Este autorretrato muestra un momento especial de introspección y reflexión de la artista. La elección de presentarse con los ojos cerrados en blanco y negro crea una atmósfera de serenidad y desconexión con el entorno que la rodea.
La imagen nos cuentan una historia de autodescubrimiento, como si el retrato emergiera delicadamente de las sombras, simbolizando la revelación de capas internas y verdades ocultas.
Las formas gráficas, que parecen flotar de la parte superior de la cabeza, son representaciones visuales de los pensamientos de la artista nos muestra, sugiriendo un flujo constante de ideas y reflexiones en proceso.
Con esta obra, la artista explora la complejidad de la autoconciencia y la expresión artística, y con ello invita a los espectadores a reflexionar sobre el acto de descubrirse a uno mismo y el constante flujo de pensamientos internos que nos moldean. Los anima a explorar las capas más profundas de su identidad.